viernes, 8 de diciembre de 2017

Valle del Monzón: De la violencia a la paz con desarrollo y cambio social?

Historia adversa, con ansiado fin a largo plazo.

La pobreza sigue siendo el indicativo que el publicitado cambio de la violencia a la paz con desarrollo es una aspiración y un largo camino por recorrer. Hay avances importantes que rescatar, también fallas sensibles que superar.

Erradicación forzosa de cultivos de coca. Foto Mininter (difusión).


Resumen.

En el valle del Monzón la coca tiene una historia que supera los cien años, la del narcotráfico 50 años, del terrorismo 35 años y el desarrollo alternativo 30 años. Si bien hoy cualquier mortal puede ingresar al valle sin problemas por la seguridad que existe, también es cierto que el panorama sobre la vivencia social y el movimiento económico con incidencia en lo político es diferente a los años de efervescencia por las ingentes cantidades de dinero del tráfico ilícito de drogas, aun  cuando el terrorismo de Sendero Luminoso ponía la cuota sangrienta de caos, inestabilidad y anarquía.  Los cultivos de coca que llegaron a sumar entre doce y quince mil hectáreas en 2011 fueron erradicados en aproximadamente 90%, el narcotráfico está casi controlado y el terrorismo es un mal recuerdo, pero la amenaza de una nueva forma de estallido social está latente, por el incremento de la pobreza y extrema pobreza debido a que los programas de desarrollo alternativo no dan los resultados esperados, a despecho de la postura oficial cuyos informes y publicaciones hacen referencia al gran cambio social con paz, desarrollo y bienestar. La búsqueda de la verdad ante las discrepancias sobre la realidad y el exagerado optimismo de la burocracia gubernamental, genera un debate que podría tornarse conflictivo a la cercanía de un proceso electoral para la elección de autoridades regionales y locales en 2018. La sentencia absolutoria que emitió la Sala Penal Nacional del Poder Judicial contra el ex líder cocalero del Monzón Eduardo Ticeran Salazar acusado de colaborar con Sendero Luminoso cuando era máximo dirigente del gremio campesino, el pasado 13 de noviembre, fue vista como una buena señal en favor de la pacificación. Un informe publicado por UNODC y DEVIDA el martes 05/12/17, da cuenta que en el Monzón se incrementaron los cultivos de coca en 41% de 401 a 567 has., entre 2015 y 2016. 

Además se reveló que según estimaciones de autoridades locales un tercio de la población del Monzón habría emigrado después de la erradicación forzosa y violenta, entre el 2013 y 2017 (RPP). La jefa de Devida Carmen Macías Claux dio a conocer que el año 2016 el gobierno destinó 293 millones de dólares, esto es, mil millones de soles para la lucha contra las drogas y el desarrollo alternativo y se conoce que de esa enorme cantidad de presupuesto solo se destinaron 10 millones de soles para el valle del Monzón donde se erradicaron 12 mil hectáreas de cultivos de coca en 03 años, lo que demostraría lo arbitrario, ineficaz y errado del Plan Nacional de Lucha Contra las Drogas. Al mismo tiempo significaría una falta de sensibilidad y burla ante la crisis social y económica creada por el gobierno de Ollanta Humala en el valle del Monzón. Situación que amerita un cambio en todos los niveles del Estado, ahora que se quiere replicar lo hecho en el Monzón en el otro frente cocalero, en los valles de los ríos Apurimac, Ene y Mantaro, VRAEM.


Éxitos que no convencen y fracasos que son amenazas.

Las posturas de quienes están a favor de los éxitos del Programa de Desarrollo Alternativo, PDA, y de quienes la cuestionan por sus escasos logros y la califican de fracaso, se dan desde la década de los 80s y poco es lo que ha cambiado hasta hoy. En determinado momento, los dirigentes de las cuencas cocaleras del país que son 12 llegaron a calificar al PDA como: “El desarrollo alternativo es como sembrar en un escritorio y cosechar en una computadora.” En alusión a los rimbombantes informes de los funcionarios estatales y de los organismos no gubernamentales que lo presentaban como exitosos y como una solución a los problemas económicos y sociales que enfrentaba el productor, por tanto se justificaba la destrucción de los cultivos de coca en el contexto de la lucha contra las drogas.

En el 2004 en Huánuco existían 15,371 hectáreas de coca destinadas a abastecer al narcotráfico; 11,325 de ellas ubicadas en el valle del Monzón y 4,046 en las áreas de Tulumayo, Cuchara, Magdalena, Huamuco, Yanajanca, Pendencia, Aucayacu. La producción de hoja de coca de esas hectáreas fue de 30,281 toneladas métricas; materia prima que exigió 9,802 toneladas métricas de insumos químicos para producir 92 toneladas métricas de cocaína con un costo de 114 millones de dólares. Cifra que representa el 18.2% del PBI de la región Huánuco. Es decir, se trata de un ingreso proveniente del narcotráfico y que es muy cercano al primer rubro del PBI de esa región (agricultura, caza, silvicultura, 19%). Hecho muy inquietante por las anómalas implicancias sociales, políticas y económicas que genera al que, no solo por el bien de esa región sino del país, sin esperar más hay que ponerle fin.” Manuel Estela Benavides: Un enfoque de mercado, radiografía del narcotráfico en el Perú. Lima – Perú, 2008.

“En cuanto a la erradicación (de coca), se trata de una estrategia violenta, impuesta a los campesinos por las fuerzas armadas y los escuadrones especiales, entrenados por los expertos de la DEA, que no respetan ni el medio ambiente, ni los derechos humanos, ni la integridad física de las personas: hombres, mujeres y niños.

Hechos denunciados a nivel mundial y como consecuencia, el gobierno de Alberto Fujimori, emite el DS 004-2000-AG. Con ello el gobierno reconoció que hubo fumigación química en los valles cocaleros, trayendo malas consecuencias como la contaminación ambiental, muertes irreparables, destrucción del ecosistema entre otros.” Propuesta Técnica: Retiro de la Hoja de Coca de la Convención Única de Estupefacientes de las Naciones Unidas. Central Nacional Agropecuaria Cocalera del Perú. Huánuco – Perú. Abril de 2008. 

“Fui cocalero, aposté por el dialogo, el cambio y hoy tengo diez hectáreas de cacao” asegura Hugo Herrera, ex alcalde de Cachicoto. La actitud de Herrera es compartida por un grupo de agricultores que según Devida trabajan para consolidar 2500 hectáreas de cacao y 1200 hectáreas de café. Existe un grupo de agricultores que tienen opinión similar a la de Ángel Malpartida Vega, ex dirigente cocalero, quien piensa que los cultivos alternativos no dan resultados debido al escaso presupuesto, tecnología mal aplicada o porque no se tuvo en cuenta la geografía, el tipo de suelo y  las propuestas del campesinado, entre otros factores.

“En el valle del Monzón después de la erradicación hay mucha pobreza, el gobierno intenta revertir esta realidad, sin embargo las fallas en el desarrollo alternativo persisten, por eso decidí aceptar el cargo de Teniente gobernador, apuesto por el dialogo sin deponer mis principios y compromisos con el campesinado” enfatiza Malpartida Vega.



En el Monzón, la niñez y juventud junto a sus atractivos turísticos son una apuesta al futuro. Foto Leyenda del Huallaga.

“La población tiene que comprender que los tiempos cambian, el valle del Monzón es amplio, las necesidades son numerosas, hay mucho por hacer, hoy el Monzón avanza al desarrollo, dejando atrás la violencia, la muerte y la pobreza” sostiene el ingeniero Víctor Pajuelo Santos, alcalde del distrito de Monzón ante las observaciones y críticas a su gestión.

Cinco años después de iniciado el proceso radical de erradicación de los cultivos de coca consideradas ilegales, recorrer el valle del Monzón deja la sensación que no existen cambios significativos en lo económico, las familias de agricultores que tenían en el cultivo de la coca su fuente de subsistencia sostienen que su economía cayó en el mismo porcentaje de cultivos de coca erradicados, por consiguiente la pobreza y extrema pobreza que los afectaba se incrementaron a niveles aún no determinados.

Funcionarios de entidades del Estado y de empresas privadas que ejecutan proyectos en el Monzón no ocultan esta realidad y coinciden con las familias al sostener que la pobreza viró a la extrema pobreza y que las actividades alternativas a la economía de la coca y el narcotráfico tardaran un tiempo en generar recursos que permitan atender las necesidades elementales de las familias que dependían de esta actividad agrícola.

Existen obras y actividades desarrolladas en el marco del Programa de Desarrollo Alternativo impulsadas por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas, Devida, como el incremento de las hectáreas   de cultivos de café, cacao y un proyecto para la recuperación de suelos degradados. Incidencia en seminarios, talleres y cursos de socialización para la conformación de asociaciones, comités y cooperativas para la manufactura y comercialización de productos agrícolas de calidad, con este objetivo Devida el organismo estatal rector de la lucha contra las drogas y el desarrollo alternativo destinó presupuestos para beneficiar a 2000 familias de las aproximadamente 8 mil que existen en el valle, que hasta el 2012 era cocalero por excelencia.

Se incrementó y está en proceso de consolidación la presencia de las fuerzas de seguridad (policial y militar) la que ha mejorado significativamente, en este objetivo se instalaron tres comisarías en: Palo Acero, Cachicoto y Monzón (capital del distrito), se dotó de 150 efectivos que brindan seguridad en estos lugares y todo el valle mediante patrullajes y controles en carreteras. La población que tuvo posición contraria a la presencia policial ha cambiado de actitud y ahora se muestra colaborativa, aunque aparecen denuncias aisladas de presunto abuso, las actividades que emprenden los oficiales y el personal subalterno es apoyado en la mayoría de veces, según refieren líderes con base social en asociaciones, juntas vecinales, comités de productores y cooperativas de servicios.

La policía antidrogas participa con patrullajes terrestres y aéreos en forma esporádica con la incautación de drogas e insumos, destrucción de algunas pozas de maceración de hojas de coca o captura de pocos presuntos narcotraficantes, lo que evidenciaría la disminución radical de la actividad del narcotráfico principalmente por el efecto de la destrucción de los cultivos de coca, la información es divulgada en notas de prensa por la Dirección Nacional de Lucha contra las Drogas, Dinandro, que cuenta con una base en la ciudad de Tingo María.

En educación hubo deserción escolar al extremo que en centros educativos como Monte Grande y Filadelfia que tenían más de cien alumnos solo asisten cerca de la mitad. La carretera principal es rehabilitada con la construcción de puentes y pontones, pero el mini hospital ubicado en Cachicoto que es un clamor por décadas no funciona después de un año de haber sido inaugurada por el presidente regional de Huánuco Rubén Alva Ochoa, quien presentó la obra como una de las principales de sus gestión por la inversión de 10 millones de soles, por lo que la atención oportuna a la salud de miles de pobladores aún no es posible.

La vice gobernadora regional Huánuco, Rosalía Stork Salazar, manifiesta que la pobreza en el Monzón se incrementó luego de la erradicación de los cultivos de coca y que el no funcionamiento del mini hospital se debe a que fue construida cerca de una fuente de agua por fallas en los estudios de suelos, responsabiliza a la empresa ganadora de la licitación y asegura que el problema será solucionado.

Podrán erradicar la coca, pero no su monumento frente al local municipal. Foto Leyenda del Huallaga.

Monzón: la cenicienta del Alto Huallaga.

El distrito de Monzón, en la provincia de Huamalíes, departamento de Huánuco, es parte de un valle que tiene 30 mil habitantes y dos realidades geográficas y sociales, bien marcadas. La parte baja (ceja de selva) colinda con la provincia de Leoncio Prado y la parte alta zona de sierra cuenta con una trocha carrozable que lo une al distrito de Arancay. En la parte baja se puede cultivar coca, café, cacao y arroz, también la ganadería; mientras que en la parte alta los terrenos son escarpados y degradados que a decir de los dirigentes agrarios sirven para  cultivar coca, café y ganadería. Para Tito Hernández Terrones ex funcionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, en el Monzón sí se puede desarrollar actividades agropecuarias, forestales y de recuperación de suelos y no es cierto que solo sirvan para cultivar coca como sostenían los dirigentes. A esta opinión se suman otros analistas críticos a la coca quienes señalan que este cultivo solo ha significado muerte y pobreza, con periodos de relativo bienestar para el productor.

El narcotráfico tuvo hasta hace un quinquenio su propia historia y estuvo relacionada al movimiento de ingentes cantidades de dinero ilícito por décadas, con muertes por ajustes de cuentas o consolidación de poder en dominios pre establecidos por el crimen organizado y la subversión armada.

Se atribuye al sectarismo de un grupo de dirigentes y delegados sectoriales de los productores de la hoja de coca que creían equivocadamente que el cultivo de la coca nunca sería erradicado, al extremo de haber acuñado el grito violentista “Coca o muerte, venceremos”; la postración de este enigmático valle pues pensaron que aceptar y apoyar a los programas de desarrollo alternativo abría las puertas a la erradicación del cultivo que consideraban su única fuente de subsistencia. Al respecto el ex dirigente cocalero Ángel Malpartida Vega asegura que nunca se negaron a ser apoyados por el gobierno y la cooperación internacional mediante el programa de desarrollo alternativo que promovieron e implementaron cultivos como arroz, cacao, café y reforestación, así como inversiones en infraestructura para educación, salud y transporte, pero estas ayudas dieron pobres resultados o fueron insuficientes ante las grandes necesidades de las familias campesinas.
Un indicativo claro de la postración del valle del Monzón es que otras provincias y distritos que conforman el valle del Alto Huallaga del que es parte Monzón, si bien tuvieron problemas similares hoy demuestran crecimiento y desarrollo para bienestar de sus habitantes, un ejemplo son las ciudades selváticas de: Aucayacu, Nuevo Progreso, Uchiza, Tocache, Juanjui, Aguaytia, San Alejandro, que ostentan notable avance urbanístico y satisfacción de necesidades básicas.


Morir por la coca en el Monzón y Alto Huallaga.

El 27 de agosto de 2012, es la fecha que marcó un punto de quiebre en la historia del conflictivo valle cocalero del Monzón, esa fecha se dio inicio a la erradicación violenta y fueron asesinados dos cocaleros. Antes se registraron una serie de acciones consideradas lesivas a los derechos humanos por un exagerado uso del poder cuando no un abuso de agentes del orden, que tenían la misión de brindar seguridad y garantizar los derechos elementales de grupos poblacionales ubicados entre dos fuegos (terrorismo y contraterrorismo o narcotráfico e interdicción a la droga).

Fueron mil 200 hombres: novecientos erradicadores de plantaciones de hoja de coca del Proyecto para la Reducción y Erradicación de la Coca del Alto Huallaga, Corah, y 300 efectivos de la policía y el ejército que conformaron tres grupos de 400 hombres para tomar el valle del Monzón con el objetivo de acabar con las plantaciones de coca ilegal. Dos campesinos murieron en el caserío de Tamshi al enfrentarse con la seguridad del Corah intentando defender sus cultivos. Se estima que el 90% de los cultivos de coca fueron erradicados transcurridos cuatro años. Poniendo fin al mito que el Monzón era tierra de nadie, bastión de la coca y de los cárteles de la cocaína. Abriéndose un abanico de posibilidades de desarrollo sostenible por compromisos de los gobiernos nacional, regional y local, al que debe sumarse la cooperación internacional que en los últimos años ha disminuido no obstante los acuerdos de responsabilidad compartida en la lucha contra las drogas.

La coca por su connotación económica, política y social, al ser la materia prima para la cocaína, ha sido y será un factor de violencia, las pruebas están registradas en informes oficiales, de investigadores o de la prensa nacional y extranjera.

En 50 años de lucha campesina por la defensa del cultivo de la hoja de coca en Monzón y Alto Huallaga (1962-2012), con jornadas violentas y represivas han fallecido varios productores del controvertido cultivo o fueron detenidos, procesados y encarcelados decenas de ellos.

Dirigentes e integrantes de organizaciones agropecuarias desde 1960 defendieron la coca,  como es el caso del Comité de Desarrollo de la Provincia de Leoncio Prado, Monzón y Anexos, creada en 1977 y presidida por el ex alcalde Tito Jaime Fernández.

A seguir un breve recuento de los hechos de sangre que impactaron negativamente al proceso de producción de coca y de lucha en defensa de este cultivo:
En 1983, Enrique Bruckman Falcón dirigente cocalero, maderero y alcalde del distrito de José Crespo Castillo, provincia de Leoncio Prado, fue herido y salvó de morir, tuvo que huir luego de un alevoso atentado contra sus propiedades y su vida por elementos del grupo terrorista Sendero Luminoso.

En 1984, Tito Jaime Fernández alcalde de la provincia de Leoncio Prado y Víctor Piñan Verde alcalde del distrito de Alomía Robles y dirigentes cocaleros fueron acribillados a balazos. El primero en la ciudad de Tingo María junto a sus familiares, nunca se llegó a determinar a los autores intelectuales o materiales que privaron a la provincia de Leoncio Prado de un líder social y autoridad edil con carácter humanitario, en opinión de quienes hasta hoy lo recuerdan. El segundo fue muerto por elementos de Sendero Luminoso en la víspera de la fiesta patronal de la Virgen de las Mercedes en Pumahuasi capital del distrito de Alomia Robles.

En 1988, Guillermo Gonzáles Pajares ex dirigente cocalero del Valle del Monzón, fue asesinado por Sendero luminoso, en venganza por su actitud rebelde frente al grupo subversivo como militante de un partido político, se conoció que no obstante haber recibido amenazas en reiteradas oportunidades, todos los domingos  izaba la bandera nacional en el mástil de la plazuela del caserío Palo Acero donde vivía y se mostraba contrario a la utilización bajo presión o amenazas de los cocaleros en acciones subversivas.

En 2009, Diodora Espinoza Vara dirigente de una de las dos organizaciones de cocaleros existente en el distrito de José Crespo y Castillo, fue asesinada por Sendero Luminoso, acusada de presunta traición en la modalidad de soplonaje; acusación negada por quienes la conocían. Espinoza mantenía enfrentamientos con la dirigente Rosa Obregón de la agrupación cocalera vinculada a la Federación del Monzón. Rosa Obregón fue sentenciada a 20 años de prisión por la Sala Penal Nacional en noviembre de 2017.

En 2009, Vicente Rufino Castillo Esteban (46) murió a consecuencia de dos impactos de bala (tórax y estómago) disparados por un efectivo policial que daba protección a erradicadores de cultivos de coca, que él en forma temeraria y desesperada quiso evitar. Agonizó tres días en compañía de su pareja sin recursos económicos, en pobreza absoluta.
Mientras se daba el adiós a Vicente Castillo Esteban en la municipalidad de Leoncio Prado, en el caserío Julio C. Tello a las 9.45 a.m el cocalero Santos Garioso (45) fue muerto por un disparo en la cabeza de un efectivo policial en reacción al supuesto ataque que Garioso realizó con una escopeta contra el trabajador del Proyecto Corah Marco David Valera Cueva que erradicaba su plantación de coca.

“Para nadie es un secreto que gran parte de la producción de coca derivaba al mercado negro, pero ello es posible porque existe demanda de la droga en los países desarrollados que fortalece la cadena multimillonaria y multinacional del narcotráfico, permitiendo la oferta de la materia prima. Así que quienes buscan el control de la coca a sangre y fuego, mientras el mercado de la cocaína es creciente, simplemente actúan como incendiarios sin medir las consecuencias.”, sostenía Iburcio Morales Baltazar ex dirigente cocalero y alcalde del Monzón capturado durante el Operativo Eclipse 2010, y murió en prisión acusado de colaborar con el terrorismo y narcotráfico.

Durante el operativo Eclipse 2010 con la participación de la policía nacional y fiscales especiales fueron detenidos varios dirigentes cocaleros acusados de colaborar con el narcotráfico y el terrorismo, imputaciones que fueron negadas por los detenidos y familiares que atribuían las detenciones al objetivo de descabezar el movimiento cocalero para evitar las luchas en oposición a la erradicación de los cultivos de coca, denuncias que hoy se confirman pues transcurridos 7 años fueron liberados por exceso de carcelería en agosto de 2017. El 13 de noviembre solo 18 de los 140 detenidos y procesados fueron sentenciados a penas privativas de libertad, mientras 122 fueron absueltos y puestos en libertad.

Fueron dos los dirigentes cocaleros de mayor poder en el valle del Monzón: Iburcio Morales Baltazar quien murió en prisión y Eduardo Ticeran Salazar (50), presidente de la Central Nacional de las Cuencas Cocaleras del Perú, CENACOP, comprendido en la lista de 156 acusados por terrorismo y narcotráfico del “Operativo Eclipse 2010”. El mega operativo “Eclipse 2010″ fue realizado la madrugada del 26 de noviembre por cientos de efectivos de la Policía Nacional y la 4ta Fiscalía Supraprovincial de Lima, el operativo se realizó en simultáneo en las ciudades de Aucayacu, Tingo María y el Valle del Monzón, en el Alto Huallaga, así como en las ciudades de Huánuco y Lima.

Ticeran Salazar fue capturado en una primera oportunidad el 03 de junio de 2011 en Cachicoto su lugar de residencia y donde tiene una panadería, pero fue rescatado por un grupo de personas en el Centro Poblado Manchuría cuando era trasladado a la ciudad de Tingo María, se registraron actos de violencia que culminaron con la destrucción de una camioneta y algunos policías de la Dircote heridos. La segunda captura fue el 05 de setiembre de 2011, desde esa fecha permaneció recluido en el penal de máxima seguridad “Piedras Gordas”. En agosto de 2017 fue liberado por exceso de prisión y el 13 de noviembre resultó absuelto de la acusación fiscal mediante sentencia judicial de la Sala Penal Nacional del Poder Judicial.

La misión de las fuerzas de seguridad es consolidar el cambio y la paz. Foto Leyenda del Huallaga.

Narcotráfico y terrorismo: la alianza criminal que asoló al Monzón y Alto Huallaga.

Las primeras acciones de Sendero Luminoso que se registran en el valle del Monzón datan de 1,983, primero con el proselitismo y formación de cuadros. La primera acción criminal armada se produce el año 1,984 cuando asesinan a 19 trabajadores del proyecto para la erradicación de cocales, Corah, en Corvinilla cerca del caserío Rondos.

Luego el 01 de enero de 1,986, un grupo de 60 senderistas incursionan en el caserío Agua Blanca, donde se había organizado un Comité de Autodefensa liderado por el campesino Andrés Cornelio Castañeda, los senderistas sorprenden y asesinan luego de un  “juicio popular” en la cancha de fútbol a 16 personas: 12 ronderos y 4 campesinos. Testigos de la matanza cuentan que el ensañamiento contra el  presidente de los ronderos fue brutal, le cortaron la lengua, sacaron los ojos y cortaron la cabeza de un machetazo, demostrando un salvajismo demencial, según decían era como escarmiento y advertencia a los pobladores para que no se opusieran a sus acciones terroristas y no les delataran.

En esta zona que era inexpugnable para las fuerzas del orden, se produjeron centenares de acciones narcoterroristas con más de mil muertes según estimaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación y confirmadas por Hugo Herrera San Martín ex  alcalde de Cachicoto (Centro Poblado de mayor importancia económica en el valle), pero como ocurrió en todos los escenarios de  “guerra interna” la mayoría de hechos y decesos no fueron registrados.

El líder terrorista de Sendero Luminoso Florindo Flores Hala, camarada ‘Artemio’, fue capturado el 12 de febrero  de 2012, a Ártemio´ se le sindicaba como el protector de la actividad cocalera y del narcotráfico en el Monzón y el Alto Huallaga; aunque la presencia del grupo senderista fuera pequeña frente al poder logístico y militar del Frente Policial Huallaga y de una decena de bases militares instaladas en la zona. La caída del líder de los remanentes del Comité Regional Huallaga de Sendero Luminoso, CRH-SL, fue determinante para que el presidente Ollanta Humala respaldara el ingreso al valle del Monzón del Proyecto Especial para la Reducción y Erradicación de Cultivos de Coca en el Alto Huallaga, Corah, con la protección de un  fuerte contingente policial - militar con el objetivo de erradicar los cultivos ilegales de coca.

Desde Monzón, la columna principal de Sendero Luminoso se trasladaba a distintos puntos de la región selvática y de aquí salieron muchos de los líderes senderistas que sembraron muerte y desolación, en los departamentos de la región centro oriental: Huánuco, San Martín y Ucayali.

El 23 de Febrero del 86, Sendero toma la ciudad de Monzón ubicado a 62 kilómetros de Tingo María y luego de reunir a la población y arengarla, destruyeron enseres y documentos de la municipalidad desde entonces y por varios años solo los trabajadores fueron los que administraron la municipalidad, durante el ataque también destruyeron la única comisaría, desde entonces y hasta el 2013 la policía no tuvo presencia permanente en el valle.

El 3 de julio de 1988, en emboscada a una patrulla militar en el puente Rondos, son asesinados 13 soldados, generando una brutal represión donde perdieron la vida 20 presuntos senderistas, que a decir de familiares, la mayoría fueron campesinos inocentes.

El 05 de setiembre de 1993, más de 200 senderistas tomaron los poblados de Bella, Inti, Rondos, Agua Blanca y Palo Acero, durante cinco horas reunieron a los pobladores en sus respectivos lugares, ubicaron a los presuntos soplones, asaltantes y traqueteros que engañaban a los pequeños productores de droga. Juntaron a las personas en el caserío Lota y les dieron muerte, con machetes, hachas y cuchillos, según relatan testigos del hecho de sangre más cruel que se tenga conocimiento en ese valle.

Relata Inocencio R. Pardo: “Sendero obligó en esa oportunidad a uno de sus militantes, un joven de 18 años, a asesinar a su propio padre como prueba de sometimiento y lealtad al Partido, el asombro fue mayor cuando los presentes vieron que el padre imploraba por su vida, mientras que el hijo sin pena levanto el hacha y descargó un golpe en la nuca de su  padre cortándole la cabeza.

Entre Puente Durand en Chinchao y Monzón existía un corredor por donde se desplazaban fácilmente los subversivos y escapaban luego de interceptar a vehículos en la carretera  Federico Basadre, para asesinar a pasajeros o miembros de las fuerzas del orden que aparecían en la “lista negra” que siempre llevaban consigo.

Uno de los más sanguinarios líderes de Sendero Luminoso que tenía el control en Monzón era José Hilario Picón, “camarada Manco”, sus familiares dicen que antes de ser senderista fue periodista, pero de ello nadie puede dar fe, Hilario Picón era temido por sus propios compañeros de armas y más de uno intentó asesinarlo. Fue precisamente en puente Durand donde encontró la muerte, al enfrentarse a una dotación de la policía de carreteras que lo sorprendió asaltando a pasajeros de varios vehículos obligados a detenerse.

Luego de la muerte del “Camarada Manco”, el mando senderista que lo seguía en orden de liderazgo: “Stalin” o “Luis”, Elmer Tarazona Escalante, se entregó al Ejército Peruano, buscando la reducción de la pena a través de la colaboración eficaz.

El último líder senderista asesinado fue el denominado “camarada Piero” quien en un confuso incidente encontró la muerte, el Ejército Peruano de la base Contrasubversiva Cachicoto comunicó haber dado muerte al senderista en un enfrentamiento luego de perseguirlo junto a su grupo, sin embargo versiones no confirmadas indican que fue un miembro de su propio grupo que lo aniquiló en una discusión por el reparto de un cupo de guerra de 60 mil dólares cobrado a un narcotraficante. Fuente: La Guerra Oculta en el Huallaga Monzón y Aguaytía: Lima, 2007.


Sendero Luminoso un grupo genocida, enemigo de la democracia.

Para entender el grave periodo de violencia registrado en el Perú, sus provincias y distritos como el Monzón citamos una de las conclusiones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, CVR:

“La CVR encuentra la más grave responsabilidad en los miembros del sistema de dirección del PCL-SL por el conflicto que desangró la sociedad peruana, por los siguientes elementos: por haber dado inicio a la violencia en contra del sentimiento abrumadoramente mayoritario de la población: a) Por haber planteado su lucha contra la democracia peruana con una estrategia sanguinaria. b) Por las prácticas violentas de ocupación y control de territorios rurales y poblaciones campesinas, con un alto costo en vidas y sufrimiento humano. c) por su política de genocidio mediante actos de provocación al Estado. d) por su decisión de proclamar el llamado equilibrio “estratégico” que acentuó el carácter terrorista de sus acciones: Conclusiones Generales de la Comisión de la Verdad y Reconconciliación, CVR. Lima- Perú, 2003.

“El origen de Sendero Luminoso, se ha resumido localmente, a la marcada pobreza y desigualdad en la que vivían la mayoría de peruanos en 1980. Si bien es cierto que existen estudios que señalan dichas causas, otros sostienen que detrás del surgimiento del terrorismo se encuentran factores institucionales más que económicos. Es en el tránsito de regímenes autoritarios a democráticos donde se evidencia el incremento de acciones terroristas. En Perú lamentablemente se sumaron ambas premisas.” Editorial del diario Perú 21, 09/17. Lima – Perú.


Narcotráfico: millones para los barones de la droga y pobreza al campesino.

Según información del Ministerio de Interior y del ex ministro Fernando Rospigliosi se conoce que fue a inicio de la década del 80 que el valle del Monzón en el departamento de Huánuco empezó a convertirse en tierra de nadie. La violencia y el tráfico ilícito de drogas atraparon entre sus redes de corrupción a miles de desplazados por la violencia social, este énfasis se hizo en un informe sobre uno de los operativos más grandes realizados en ese valle y denominado “Fierro 2003”.

“Los sucesivos esfuerzos por recuperar la legitimidad, la justicia, y el orden, en el también llamado “Corredor de la muerte”, fueron infructuosos. La confabulación entre los grupos subversivos y los barones de la droga impulsó un ciego rechazo de la población hacia el orden y la legalidad. El temor a las represalias del narcoterrorismo fue más fuerte que la esperanza por alcanzar un  futuro mejor.

Las organizaciones de narcotraficantes se asentaron en la zona, e incluso construyeron su propio aeropuerto. Los intentos de las fuerzas del orden por recuperar la zona fueron rechazados por una población azuzada por los dirigentes presuntamente manipulada por narcotraficantes.

El jueves 6 de noviembre de 2003, más de 600 policías pertenecientes a las direcciones de Operaciones Especiales Antidrogas, Prevención y robo de vehículos, Contra el terrorismo, Inteligencia, Sanidad policial y agentes del Ministerio del Interior, conformaron el equipo que propinó un golpe al narcotráfico.” Operación Fierro 2003, en el valle del Monzón, Ocosmin – Mininter, (Lima), 2004.

Según la revista Caretas 1763, Dante Vera, asesor del ex ministro Rospigliosi y uno de los principales impulsores de Fierro 2003, explicó que "la Policía ya no enfrentaba al delincuente armado con una retrocarga sino a una comunidad: mujeres y niños con piedras incluidas".

Alcalde Víctor Pajuelo Santos, iza la bandera del monzón, durante el conflicto era imposible.


Poderes paralelos en zonas de narcotráfico como el Monzón.

El investigador Ricardo Vargas explica cómo y porqué se producen: “Creando una estructura económica paralela a las actividades legales, el narcotráfico desarrolla un poder político, de tal modo que crea una estructura en la sombra con mayor capacidad que la misma institucionalidad formal. Situación que se explica, en parte, por un poder de generación de niveles altos de involucramiento de personas dentro de esa red de actividades ilícitas o paralelas.

Puede darse incluso en condiciones de una relativa presencia de instituciones estatales que solo cumplen tareas funcionales a estructuras formales que carecen de un poder real, quedando su ejercicio en manos de quienes detentan la base económica de la economía de las drogas.

El bajo poder decisional y la débil capacidad operativa de las localidades en materia de orden público generan una alta dependencia de políticas centrales que limitan su autonomía, con lo cual se complementa el desarrollo de un escenario que es apropiado para el establecimiento de poderes paralelos al Estado en su versión local.” Ricardo Vargas Meza: Drogas. Conflicto armado y desarrollo alternativo. Acción Andina Colombia, 2003.

Carmen Macías, Zar Antidrogas y jefa de Devida, con grupo impulsor de la asociatividad en Monzón en 2016. Foto difusión.


Vacío estructural del Estado en el Alto Huallaga (Monzón).

“En el caso del Alto Huallaga tanto las personas que cultivaban la coca, como las que la acopiaban, la procesaban o comercializaban, no podían apelar formalmente al Estado para su protección. No había una instancia formal de derecho que sirviera para regular los conflictos procedentes del mercado de la droga y por lo tanto, se tenía que recurrir a la “justicia privada” o venganza (ajuste de cuentas). En dicho escenario cada quien buscaba su propia “solución” en la medida de sus posibilidades y era el más fuerte y astuto que reinaba sobre los demás.

La situación del Alto Huallaga a fines de los setenta se volvió crítica en gran parte por la extensión y magnitud de la actividad ilícita…fue en ese contexto, de lo que podría llamarse un “vació estructural del Estado”, que Sendero Luminoso inició sus labores de organización política en el Alto Huallaga, dispuesto a crear un poder alternativo que ejerciera funciones soberanas sobre una población que el Estado peruano no solo había abandonado a su suerte sino que amenazaba constantemente.” Richard Kernaghan. Relación política y narcotráfico: el comportamiento de Sendero Luminoso ante el mercado de la droga en el Alto Huallaga. Lima, 2002.

En el mismo tema pero con óptica diferente, sostiene Nicolas Zevallos en un estudio sobre Capacidades Estatales y Resistencias a la Erradicación: “que durante los años previos al ingreso de las medidas de control de cultivos, en el Monzón se ubicaba entre el 11% y el 15% de la superficie cultivada de hoja de coca a nivel del territorio peruano (UNODC, 2012). Ello venía acompañado del control territorial de la zona por parte de los gremios cocaleros. Estos factores hicieron del Monzón un bastión impenetrable para las acciones del Estado y muy en particular para el control de cultivos (Devida, 2015). El ingreso a esta localidad fue consecuencia de un largo proceso de intervención en el Alto Huallaga. La confluencia de diversas intervenciones de la cooperación internacional y de las presiones para el cumplimiento de los compromisos internacionales a los cuales el Perú está adscrito, han conminado al Estado a tener un papel activo en el marco de la política de drogas nacional. Según se sostiene oficialmente (Devida, 2015), la evidencia de estos logros se encuentra en la reducción de la superficie de hoja de coca ilícita cultivada en estos territorios.” Capacidades Estatales y Resistencias a la Erradicación de Cultivos: una Mirada al Monzón. Nicolas Zevallos. Lima, 2015.


“Recuperando el Monzón”, la versión oficial del Desarrollo Alternativo.

“Cuando iniciamos el mandato de este gobierno, en julio de 2011, nos  comprometimos con la ejecución de una política de lucha contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible. Afirmamos que la seguridad sería una prioridad y la erradicación de superficie ilegal de sembríos de coca, una premisa; pero sostuvimos, con firmeza, que el desarrollo humano y sostenible serían los ejes fundamentales del futuro de aquellas regiones del país antes controladas por mafias y redes ilegales… Coherentes con ese compromiso se intervino en el Monzón y, hoy, tres años después, esta zona del país, antaño bastión del tráfico de drogas y de la ilegalidad, camina en un horizonte de esperanza, oportunidades y desarrollo.” Mensaje del expresidente Ollanta Humala. Lima, 2013. Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, están recluidos en la cárcel investigados por corrupción. Los cocaleros aseguran que durante la campaña electoral se comprometió a no erradicar los cultivos de coca.

“El cambio es hoy”, lema acuñado por Devida se sustenta en la información contenida en el libro “Recuperando el Monzón”, del que rescatamos algunos aspectos considerados como logros hacia la población afectada y en proceso de recuperación.

“Es clave tener un enfoque integral acercando la plataforma de servicios del Estado (comisarías, escuelas, centros de salud); rehabilitar vías de acceso, mercados; fomentar la participación política y gobernabilidad con las juntas vecinales y los comités de productores, entre otros.


Inauguración de puente Cashapampa considerado un aporte al desarrollo. Foto Leyenda del Huallaga.

A la fecha, los avances son alentadores e incentivan a persistir en los esfuerzos de cambio; pues son un total de 4003 familias las que han firmado actas de entendimiento y compromisos de no resiembra de coca, con el Estado. La firma de actas de entendimiento, según corrobora la información documental, se ha traducido en la instalación de 2340 hectáreas de cacao y 1687 ha. de café, y de 1591 unidades de biohuerto entre 2013 y 2014. Recuperando el Monzón. Devida: Lima – Perú, 2015.


Pobreza y extrema pobreza en el Monzón, según Naciones Unidas.

“En el año 2009, la pobreza alcanzaba el 34.8% a nivel nacional; sin embargo, considerando únicamente el promedio de los distritos del Monzón, este indicador subía hasta un 66.4%. Del mismo modo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) nacional marcó la cifra de 0.5058 en el año 2012; el promedio de los distritos que componen el valle del Monzón, en cambio, marcó una cifra de 0.28, es decir, apenas poco más de la mitad del IDH promedio a nivel nacional (PNUD, 2013). De forma similar, el Perú alcanzó un Índice de Densidad del Estado (IDE) de 0.7666 en el año 2012; mientras que, en las provincias que comprenden la cuenca del Monzón, el promedio de IDE era de 0.62 (PNUD, 2013).” NACIONES UNIDAS. Cultivos de coca y desarrollo humano. Lima, 2014.


Campos de Poder y el plan posterradicación.

Para el antropólogo alemán Christoph Heuser que investigó en el Monzón, los Campos de Poder se configuran por: “El carácter multisectorial de la intervención ha sido una de las principales fortalezas del «Plan de Posterradicación» y una de las principales lecciones de éxito. La participación de los distintos sectores del Estado y de la sociedad civil ha permitido establecer redes de seguridad en el corto plazo: comisarías, postas de salud, caminos rurales, infraestructura y una presencia activa de funcionarios del Estado.

La consolidación de redes de seguridad como las señaladas, según está demostrado en abundantes investigaciones, produce capital político, a favor del Estado, propicia vínculos de solidaridad comunitaria y, en ese sentido, reduce significativamente las oportunidades para cometer actos delictivos. Por ejemplo, una eventual rearticulación de redes de tráfico ilícito de drogas.

En la misma perspectiva, las evidencias sugieren la necesidad de consolidar acuerdos con el sector privado y la sociedad civil, por ejemplo las universidades, para incentivar la generación de emprendimientos locales, la formación de capacidades y la articulación de la economía local con los mercados de bienes y servicios a nivel nacional y –de ser posible, en el largo plazo– a nivel internacional.” Después del Auge. Campos de Poder en el Valle del Monzón. Christoph Heuser. Lima – Perú, 2017.


En el Monzón sí hay cambios, pero otro tema es la sostenibilidad.

“Un comparativo entre el Monzón cocalero y el Monzón posterradicación de la coca es la densidad poblacional que ha disminuido notablemente, antes se notaba la gente en las calles, en los pueblos había mayor movimiento de personas, vehículos, actividades comerciales hoy todo eso se ha reducido, por la desaparición de la economía de la coca y el narcotráfico.

Los aportes de la cooperación internacional han disminuido por dos razones fundamentales: por la decisión del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Donald Trump de recortar los presupuestos destinados a la lucha antidrogas y al Desarrollo Alternativo y por la crisis económica en Europa donde se incrementó la pobreza y los fondos para la lucha contra las drogas a manera de cooperación han disminuido radicalmente.

Los presupuestos de Devida también se han reducido por efectos del Niño Costero y por el estancamiento de la economía nacional y para darle prioridad a la interdicción al tráfico ilícito de drogas, especialmente a Inteligencia operativa con lo cual se está desarticulando a las mafias que comercializan la cocaína dentro y fuera del país.

Sí hay un cambio positivo en lo relativo al mejoramiento de las vías de comunicación terrestre, se amplía la carretera, se construyen puentes y pontones, escuelas, colegios, centros de salud; se instalan agua y desagüe, la energía eléctrica llega a más hogares. El Ministerio de Vivienda y Construcción apoya a pobladores de escasos recursos con la construcción de 300 módulos familiares de 35 metros cuadrados.

La sostenibilidad del Monzón es un tema que preocupa por la salida de los jóvenes para estudiar y en búsqueda de oportunidades laborales, también de la gente que tiene recursos y ante la postración del Monzón busca otros lugares donde desarrollar sus actividades, entonces solo se quedan los pobladores de 50 a más años quienes en dos décadas no podrán trabajar la tierra y con ello la crisis se acentuará con pueblos de pocos habitantes.” Entrevista a Antonio Lara Ponce, investigador - consultor y ex integrante de CEDRO, setiembre de 2017.



Oficina de Devida en el Monzón, el presente año la restricción presupuestal limitó su accionar. Foto Leyenda del Huallaga.


El Monzón era un fortín de Sendero Luminoso y del narcotráfico.

“El valle del Monzón era una zona liberada hasta 1998, aquí ningún desconocido podía ingresar porque era asesinado. Usted no podía transitar con esa chaqueta de periodista, una vez fui testigo que un técnico que realizaba mediciones para elaborar planos y llevaba una chaqueta fue capturado y asesinado, había controles y funcionaba el lema senderista “Mil ojos y mil oídos” es decir personas que todo lo veían y todo los escuchaban para reportarlo a los jefes. En el centro poblado “La Granja” a poca distancia de Cachicoto señalando la larga carretera dice “esta era la pista clandestina, de aquí salían las avionetas con la droga, pero fue destruida con bombas arrojadas desde helicópteros en uno de esos ataques murió el terrorista conocido como Merino. En Huitopampa, en una curva de la carretera fue emboscado el narcotraficante ‘Posheco’ uno de los  más importantes en la década del 80.

Para Falcón, el dinero generado por la coca y la droga (cocaína) fue malgastado y no invertido en el valle del Monzón y a ello se debe la pobreza y escaso crecimiento comparado con otras zonas como Uchiza, Tocache, Aucayacu donde también el narcotráfico reinó por muchos años y donde sí se observa crecimiento urbanístico y menos pobreza, en comparación con el Monzón donde la marginalidad y el abandono es visible sin calles pavimentadas y poco desarrollo inmobiliario.

¿Por qué cayó el camarada ´Artemio’? según Falcón, éste estaba viejo y gordo, no tenía economía para sostener al grupo de 50 senderistas a su mando y porque fue traicionado por su propia gente que fue captada por la policía, uno de ellos lo hirió por lo que se entregó ante la posibilidad de morir. “hay otros líderes senderistas que no fueron visibles y que podrían estar trabajando para que Sendero Luminoso vuelva en algún momento pues la condiciones económicas y sociales en el Perú son casi similares al año 1980 en  que se inicia en Ayacucho.” Entrevista a Manuel C. Falcón P. (55), que vivió el conflicto desde niño, agosto de 2017.


Programa de Naciones Unidas ingresó al Monzón con desarrollo alternativo.

“Nosotros ingresamos al Valle de Monzon en julio de 1999 y estuvimos hasta el 2006 cuando la dirigencia cocalera era muy radical y fuerte, pero con todo iniciamos tres proyectos: café, cacao, sanidad animal y arroz bajo riego, todo fue muy bien. Instalamos las primeras 350 has de café técnicamente conducidas, rehabilitamos 400 has de cacao, instalamos infraestructura para 350 has de arroz bajo riego, se hizo dos campañas por año en total 700 has., implementados con 10 tractores agrícolas apoyados por el Ministerio de Agricultura de Huánuco, además se instaló un moderno molino de arroz que obteníamos tres calidades: Corriente, superior y extra, convirtiéndose en el primer proveedor de PRONAA, además el arroz llego a comercializarse en Huánuco. Ucayali y Pasco por su excelente calidad. El otro fue la sanidad animal y repoblamiento ganadero en apoyo a los pequeños ganaderos, todo fue un éxito hasta que Sendero Luminoso con Iburcio Morales a la cabeza destruyeron nuestro vivero forestal en La Granja lo que hizo que nos replegáramos a la parte baja donde concluimos con la instalación de 900 has., de reforestación en todo el valle con especies que hasta ahora existen. Lo más importante es el reconocimiento de la población al buen trabajo de lo cual mi equipo técnico está orgulloso. La inversión solo fue de un millón de dólares que se supo utilizar adecuadamente.” Entrevista a Miguel Arcayo Ocaña, ex funcionario del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas, PNUD, junio 2017.


Mini hospital que a un año de su inauguración no funciona causando perjuicio a miles de pobladores pobres. Foto Leyenda del Huallaga. 


Consecuencias del narcotráfico en las cuencas cocaleras.

Según el Proyecto para la Reducción y Erradicación de la Coca en el Alto Huallaga, Corah, la producción de la coca y la cocaína en zonas como el Monzón y Alto Huallaga por un tiempo prolongado generó: 1 - a) Un descontrolado proceso de migración de los andes hacia la selva alta. b) una situación de pobreza crítica. c) un fenómeno simbiótico entre el narcotráfico y grupos subversivos. d) una irreparable pérdida del potencial productivo y deterioro del medioambiente natural. 2- Carencia de una planificación a largo plazo con carácter de integralidad. 3- Descoordinación total entre las entidades responsables del desarrollo, con un balance negativo en la relación monto de inversión y resultados obtenidos. 4- Una incipiente presencia del Estado como ente conductor o generador del desarrollo.


Planteamientos para superar la crisis socioeconómica en el Alto Huallaga  y Monzón.

¿Qué hacer para superar la pobreza y extrema pobreza en el Alto Huallaga y Monzón?

A. Incidir en el proceso de incentivo y reactivación de la actividad agropecuaria. 
B. Identificar y fomentar los recursos turísticos. 
C. Mejorar con mayor inversión pública y privada la educación y la salud. 
D. Mejorar las fases y estrategias en el combate al tráfico ilícito de drogas. 
E. Mantener y hacer sostenible los avances logrados en la pacificación y seguridad. 
F. Incentivar la inversión privada con el respeto a la ecología y medio ambiente natural.

Se requiere enfrentar la problemática desde la óptica: social, económica, cultural, técnica, policial y militar. Proyecto Especial CORAH: Simposio Integración para el Desarrollo del Alto Huallaga y Monzón. Noviembre de 1998.


A manera de reflexión final:

“Nada hay más trágico que el curso obstinado y dramático de algo sagrado que deviene en peste: todo el poder de la coca que iluminó el mundo andino y amazónico por milenios se transformó en su condena al introducirse, deformado y en pocas décadas, en las venas que deberían oxigenar la globalización, en vez de envenenarla. Coca: Deforestación, contaminación y pobreza: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Colombia. Policía Nacional Dirección de Antinarcóticos. Bogotá, D. C., 2014.


Conclusiones.

Primero. El cultivo de la coca significó para el Monzón por cerca de cien años una fuente de subsistencia mediante la transformación de la cocaína legal, el trueque por productos alimenticios de la sierra y como materia prima ilegal derivada al narcotráfico para la conversión en cocaína.

Segundo. El narcotráfico presente en el valle desde 1970, distorsionó su economía y generó gran violencia por las luchas entre las firmas y cárteles que involucraban a los pobladores por ser los abastecedores de la materia prima para la droga.

Tercero. El terrorismo que ejerció dominio en el valle al aliarse con el narcotráfico y corromper a las fuerzas de seguridad encargadas de su control y erradicación, se convirtió en la principal autoridad ilegal desplazando a la autoridad estatal y convirtiendo al Monzón en tierra de nadie, donde la vida no valía nada.

Cuarto. Las fuerzas de seguridad con sus estrategias de control, en reiteradas veces hicieron tabla rasa de la ley y la Constitución y violaron los derechos humanos mediante detenciones arbitrarias, torturas, asesinatos extrajudiciales o desapariciones.

Quinto. Los programas de instituciones y organismos del Estado presentes en el valle desde 1995 no contaron con suficientes recursos del gobierno nacional y de la cooperación internacional y en la práctica se constituyeron en paliativos a las grandes necesidades humanas, incrementándose paradójicamente la pobreza y extrema pobreza, que era la justificación para las luchas campesinas por la defensa del cultivo de la coca hasta el 2012.

Sexto. El Programa de Desarrollo Alternativo responsabilidad del organismo rector de la lucha contra las drogas, Devida, no ha sido lo suficientemente eficiente y transparente para convencer que sus acciones y actividades ejecutadas directamente o mediante operadores contratados fueron un éxito en la generación de una economía alternativa a la coca y la droga, generando confusión y dudas que prolongan indefinidamente el conflicto.

Séptimo. La decisión política de erradicar los cultivos de coca a ‘sangre y fuego’ el año 2012 ocasionó un colapso de la economía local incrementándose la pobreza y extrema pobreza, lo que obligó a los pobladores a acogerse a los programas de desarrollo agrícola, de infraestructura y la inversión en seguridad, que permitió el incremento de las áreas de cultivos de cacao y café, la creación de cooperativas para la manufactura y comercialización lo que mejoró en algo la economía de un grupo de aproximadamente dos mil familias de un total de ocho mil, es decir de un 25% aproximadamente.

Octavo. El narcotráfico y el terrorismo fueron controlados y los cultivos de coca erradicados en 90%, con lo que el cambio de mentalidad y la apuesta al futuro por una economía sin coca y sin drogas o sin violencia se abre paso en forma lenta pero sin garantizar sostenibilidad, por lo que el peligro de vuelta al pasado persiste en caso no se modifiquen las estrategias, se dote de mayores presupuestos, se corrija la burocracia y se haga transparente el manejo del dinero público o de la cooperación a efecto de lograr eficiencia y eficacia con un manejo técnico y no político.

Noveno. Son innegables los cambios operados en el valle del Monzón y hay que reconocer el trabajo conjunto de instituciones públicas y privadas, pero al mismo tiempo exigir con firmeza mejores resultados en beneficio de la población afectada, pasando por la reparación a las víctimas de la guerra interna y haciendo sostenibles las actividades impulsadas.


Recomendaciones.

Primero. El Estado y el sector privado deben apostar por apoyar los cambios y mejoras registradas en el valle, a fin de garantizar que nunca más se produzcan hechos de violencia producto de alianzas criminales con funestos resultados para la población.

Segundo. El Plan Nacional de Lucha Contra las Drogas, debe modificar su legislación a fin de no priorizar la represión al productor de coca, se debe buscar métodos sofisticados y de alta tecnología para enfrentar a las mafias criminales, responsables de convertir la inofensiva hoja de coca en un producto ilegal de efectos nocivos para sectores de la población constituida por niños, adolescentes, jóvenes y adultos.

Tercero. Atender con urgencia a los niños inmersos en la pobreza y extrema pobreza con educación, salud y alimentación, mientras sus padres puedan recuperarse de la abrupta caída económica al ser erradicados sus cultivos de coca sin recibir a cambio ayuda inmediata, pues los programas posterradicación son lentos y muy limitados por escases de recursos logísticos y presupuestos o la deficiente utilización de los fondos aportados por la cooperación internacional y el tesoro público.

Cuarto. Incidir en la responsabilidad compartida entre países productores y consumidores de cocaína y demandar su cumplimiento ante la Corte Penal Internacional. Transparentar el uso de los presupuestos en la lucha contra las drogas y el desarrollo alternativo, estableciendo penas de cárcel drásticas para los que incumplan. Se debe acabar con aquello de: “A caballo regalado no se le mira el diente.”, que justificaban el despilfarro, la malversación y la apropiación ilícita con impudicia e impunidad de los recursos asignados por la cooperación internacional y el Estado peruano, según numerosas denuncias documentadas que fueron soslayadas.


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Nota. La presente Investigación o Trabajo Final, es para optar el título de: “Especialista en Periodismo y Ciencias de la Información.” De la Universidad Científica del Sur y de la Fundación Universitaria Iberoamericana, FUNIBER.

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